Strastasys, que acumula cerca de 800 patentes, divide su negocio de impresoras 3D industriales en tres áreas: el prototipado, la producción de herramientas y la fabricación de bienes finales. El objetivo de la empresa con la nueva máquina es "consolidar" su liderazgo en las dos primeras.
"Queríamos obtener mayor realismo", ha afirmado el responsable de desarrollo de negocio de la compañía, Joshua Claman, en la presentación del producto en Fort Collins (Colorado, EEUU). A la empresa no le gustaba la práctica habitual de imprimir materiales aislados que requieren de un proceso posterior de ensamblaje. Para lograr esa "versatilidad", necesitaban una impresora 3D que fuese capaz de trabajar con múltiples materiales y colores. Y ésa es la J750.
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