martes, 20 de diciembre de 2016

Estudiantes lanzan un cohete con un motor impreso en 3D

La NASA ha sido superada en su propio terreno por unos estudiantes que han procedido al lanzamiento en el desierto de un cohete cuyo motor ha sido enteramente impreso en 3D.
Estudiantes lanzan un cohete con un motor impreso en 3D

El pasado sábado, alumnos de la Universidad de San Diego (California), auspiciados por la organización sin ánimo de lucro "Estudiantes por la Exploración y el Desarrollo del Espacio (SEDS)", se convirtieron, según ellos mismos relatan,  en los primeros en alcanzar un hito de esta naturaleza. El proyecto comenzó a gestarse en 2014, aunque no fue hasta mediados de 2015 cuando hicieron las primeras pruebas con tres prototipos de motores, de los cuales uno tuvo éxito y fue el que han seguido desarrollando hasta completar el cohete.
El cohete en cuestión, bautizado con el nombre de Vulcano-1, medía más de cinco metros de longitud y 0,20 de diámetro, y pesaba 340 kilogramos. En la prueba realizada en el desierto de Mojave en California, el chete realizó un trayecto de 1200 metros.
Ha sido impulsado por una mezcla de líquido criogénico de oxígeno líquido y de queroseno refinado.
Estudiantes lanzan un cohete con un motor impreso en 3D
Por su parte, la NASA está trabajando desde hace tiempo en la creación de prototipos de motores y de reactores de cohetes impresos de forma tridimensional.
Estudiantes lanzan un cohete con un motor impreso en 3D
El invierno pasado, una empresa privada ya incorporó elementos impresos en 3D en sus cohetes de pruebas y continúa con sus investigaciones sobre integración de componentes por fabricación aditiva en sus dispositivos.
Estudiantes lanzan un cohete con un motor impreso en 3D
En el año 2014, el Falcon 9, de Space X, que incluye una válvula creada mediante impresión 3D, fue lanzado para realizar un ensayo, pero hasta ahora no se había lanzado un cohete con su motor íntegramente impreso en 3D.



martes, 6 de diciembre de 2016

Una niña recibirá una nueva oreja con la ayuda de la impresión 3D

El Hospital Real para Niños de Edimburgo (Escocia, Reino Unido) está usando la tecnología de escaneado 3D e impresión 3D para crearle una nueva oreja a una niña de 9 años de edad llamada Anya Storie.
Nacida con la condición congénita de microtia, Anya siempre ha tenido la oreja derecha subdesarrollada, lo que ha afectado a su sentido del oído, pero grancias a la tecnología de escaneado e impresión tridimensionales existente en el hospital, el cirujano plástico Ken Stewart ha sido capaz de crear una nueva oreja para la niña a partir de una réplica de la oreja sana y con cartílago de costilla de su caja torácica para implantársela en sucesivas operaciones quirúrgicas.
La intervención permitirá a Anya escuchar por ambos oídos.
Al igual que muchos niños discapacitados, Anya ha tenido que enfrentarse a lo largo de su vida a las burlas y comentarios jocosos por causa de su aspecto y disfunción auditiva.
Ahora la niña no hace más que expresar su alegría por la nueva oreja, lo que según su madre le ha insuflado una gran confianza y autoestima.
Los padres de Anya decidieron esperar y ver cómo evolucionaba la tecnología antes de decidir qué era lo mejor para su hija. "La reforma de la oreja es un procedimiento extremadamente difícil -explica su madre-, pero gracias al escáner 3D y la impresión 3D  parece que éste es el momento adecuado".
El procedimiento seguido ha sido el siguiente.
Mediante un escáner manual Artec 3D se capturó una imagen tridimensional completa de la oreja izquierda de la niña, la que tenía desarrollada. La imagen de la oreja se fue materializando poco a poco en la pantalla.
Los técnicos del hospital crearon entonces una imagen-espejo de la oreja.
Los datos se enviaron al hospital e San Juan, en Livingston, donde una impresora 3D produjo una copia en plástico de la imagen escaneada.
Una vez esterilizada la oreja impresa de forma tridimensional servirá como guía en la sala de operaciones para dar forma a la nueva oreja , que debe ser tallada a partir del cartílago de costilla de Anya.
El escáner 3D fue financiado por la Fundación de Amibos de los Niños Enfermos. Gracias a este aparato ha mejorado enormemente el trabajo de los médicos, los cuales afirman que ahora son capaces de realizar cada vez mejor los detalles de la oreja del lado opuesto que quieran replicar.
Una vez que la oreja de Anya impresa en 3D como modelo, la niña será sometida a tres operaciones. La primera, para adaptarse a la estructura de una nueva oreja debajo de la piel. Una vez que la piel se ajuste, una segunda cirugía solucionará la implantación de la oreja sustitutiva, hecha de cartílago, en la posición deseada. Por último, mediante una tercera intervención se abrirá el conducto auditivo externo, que ha permanecido cerrado durante toda la vida de Anya.